Lo inicios de la musica
  19-djs y creadores
 
           DJ´S Y CREADORES.
 
El origen de los DJ radica en Antonio Jorge Aníbal De Los Ángeles a finales de la década de los 60, en donde el desarrollo de la tecnología de sonido y amplificación empezó a competir con la tradicional música de las orquestas imperantes en las fiestas y eventos de la época. No pudiendo competir con el ahorro económico que facilita un solo DJ, con música envasada, liberando espacio para la pista de baile y brindando una mayor potencia de sonido gracias a la amplificación.
Luego con la década de los años 70, la música disco y el desarrollo de discos de vinilo con una mejor calidad de sonido, hizo que los disc jockeys se consolidaran, produciendo también todo el movimiento de los clubs o clubbing que sería el contexto de trabajo de los dj's actuales.
En la década de los 70, los disc jockeys jamaiquinos -allí conocidos como selectors sirvieron como plataforma para la incipiente cultura e industria del reggae, así como fomento para la cultura de la fiesta de sesión de DJ, y oportunidad para los cantantes noveles en sesiones de improvisación sobre grabaciones instrumentales.
También mucho se le debe dentro de la misma década, al surgimiento de la música breakbeat y el rap provenientes de los suburbios afroamericanos en EE.UU -lo que se conoce como Hip Hop-. Gracias a la inventiva del jamaicano Kool DJ Herc, e investigadores como Grandmaster Flash se desarrollaron muchas técnicas que posteriormente serían utilizadas en toda la música dance y electrónica: Los DJ de hip-hop de la época inventaron el loop antes de existir los samplers, haciendo brutas mezclas de fragmentos de música funky, creando ritmos repetitivos utilizando discos iguales alternándose, es decir repetir continuamente una parte de una canción (a lo cual se le llamaba breakbeat). Esta primaria forma de grooves sería la semilla de la música dance y rap. También crearon el turntablism caracterizado comúnmente por creaciones estéticas y rítmicas a base de los sonidos de rayado de la aguja(scratches), haciendo girar los discos hacia atrás y adelante con la mano dando lugar a variadas distorsiones del sonido grabados.
 
 Su trabajo
El arte de pinchar discos, es una actividad semi-creativa (totalmente creativa en el caso del turntablism, y con un alto componente creativo en el caso del breakbeat y el remix), ya que el DJ ejecuta su trabajo en función de dos o más pistas preestablecidas, es decir, sobre canciones ya elaboradas por artistas que producen sus propios discos. El DJ trabaja sobre la base de éstas, pudiendo variarlas según las posibilidades de su mezclador, en el caso de tener herramientas integradas o externas como loop, sampler, efectos varios etc. Algunos Djs también elaboran sus propios discos de trabajo, especialmente algunos turntablists. Existe también un amplio mercado de discos de breakbeats y ritmos, jingles y ambientes sonoros listos para ser mezclados sobre el groove a gusto del DJ.
 
 Equipo
El equipamiento básico utilizado habitualmente puede incluir giradiscos (Tornamesa), mesa de mezclas (Consola o Mixer) y auriculares, y pueden estar presentes micrófonos, reproductor de CD, samplers, procesadores de efectos, secuenciadores, y ordenadores. Lo que se mantiene invariable es la mesa de mezclas o mixer, sin la cual no se podría mezclar, ya que permite la conjunción graduada y armónica de las dos señales de audio, ecualizándolas (subiendo o atenuando grupos de frecuencias) a fin de dar distintos matices al sonido (calor, brillo, etc.). Y regulando el volumen de cada canal, etc. Además, la última tecnología ha permitido colocar al PC como motor de todos estos implementos, al equiparlos con lo que se denomina PUERTOS MIDI. Básicamente, estos puertos, que se conectan directamente al computador, traducen las operaciones de los equipos físicos, de manera que el PC pueda reconocerlos y hacerlos visibles a través de un programa determinado y correspondiente al equipo en cuestión. Muy útil al momento de ahorrarse espacio en CD y vinilos, además de facilitar y optimizar el trabajo del DJ.
 También es trabajo del dj mantener la fiesta, discoteca y el ambiente al máximo; mantener el ritmo, y cuando hay que bajarlo, bajarlo paulatinamente. Para mantener el ambiente el DJ utiliza técnicas como el scratch de disco, que consiste en hacer demostraciones de rallado de disco por medio de consolas o tornamesas; además, el dj actual también habla y en algunas ocasiones canta o mezcla sus sonidos con su voz, y hace del ambiente grabado o establecido un concierto totalmente en vivo.
 
 Tipos de djs
Hay muchos tipos diferentes de disc jockeys, dependiendo de si es de radio, o un productor/creador de música, o DJ de competición-exhibición, como los turntablist. Depende también del estilo de la música mezclada, (house, tecno, trance, chill out, reggae, rap, jazz, cantadas, hardhouse, makina, hardcore, hardstyle etcétera) y de las técnicas utilizadas. En general, el trabajo de un DJ de música pop es más simple que de Djs de hip hop y música dance. Éstos últimos, que usan técnicas que van mucho más allá que el simple poner discos (breakbeat, Groove, scratching, beatmatching, mixing, blending, cueing, phrasing, cutting, etcétera), también se encuentran en otros géneros, pero éstos son los que cobran mayor importancia.
 
   
 tood terry                                   paul oakenfold                   john digweed  
     
   fedde legrand                        dipdish                                    bob siclar
  
                                  
      
benny benassi                        armin van buuren                         carl cox        
                                                             

                                                                     tiesto


 Groove 
Se utiliza la palabra Groove para referirse, bien a la composición de música con alto componente rítmico, o para la práctica entre DJ de crear un ambiente continuo y progresivo de baile mediante la conexión coordinada de música contenida en varios discos o fuentes.
Para crear un groove continuo, el recurso más común es adecuar la velocidad de tempo de la canción próxima al tempo de la que está sonando, de manera que no hay interrupciones ni cambios de ritmo en el baile.
También se debe de tener en cuenta el timing, o sea, el tiempo de la intro y el final de las canciones, tanto la entrante como la saliente, puesto que lo que se quiere, aparte de cuadrar el tempo (BPM, Beats per minute), para que el ritmo sea el mismo, es que no queden espacios de solo base musical muy largos en la mezcla.
La creación o mantenimiento de un groove tiene un alto factor estético, por lo que un buen DJ es aquél que sabe escoger los mejores temas, en el mejor momento, o de la forma más original.
Dicen las malas lenguas o la ignorancia mas bien, que hoy en día con la tecnología que tenemos es muy fácil hacer música, nada más allá de lo equivocado quien piense así, los aparatos musicales ( samples, teclados midi, y programas de edición o creación de audio) facilitan la labor pero se entiende que esos aparatos no traen grabado patrones, loops, o cualquier sonido, todo lo contrario, es como construir un rascacielos, empezando por una base rítmica, añadiendo voces, percusión, efectos, melodías, bajos, y tú haces todo partiendo de una idea musical, pero para eso tienes que tener el buen oído y sentido del ritmo, para que todo encaje bien y lo más difícil es, que suene mejor, por lo tanto las maquinas ayudan pero sin las ideas de quienes componen, las maquinas solo son simples maquinas, aquí dejo este video para que toméis nota, y a ver quién se atreve hacer algo parecido, si realmente es tan fácil.
Daren Age tiene un sentido de la música innato, en primer lugar para crear sonidos, en segundo lugar tener una memoria bastante capacitada para memorizar en que botón esta cada muestra rítmica, y dar la entrada justa a cualquier sonido previamente grabado e insertado en cada botón, si se ve tan fácil desde fuera es por la propia ignorancia de quienes critican esto.
La transformación de la figura del disc-jockey de mero pinchadiscos a verdadero productor musical se gestó en la capital mundial de la música disco: Nueva York. Los djs se han dedicado a tocar discos durante décadas. Pero en los treinta años de existencia de la música dance electrónica se han convertido en símbolos culturales influyentes. Además de servir como guardianes de las industrias musicales locales, algunos DJ son embajadores musicales muy bien pagados que viajan alrededor del mundo para difundir las últimas tendencias musicales.
¿Ello se debe a que han aprendido a "hechizar" una pista de baile, a "trabajar" un disco de manera que suene a la vez familiar y completamente nuevo y a "enloquecer" a la multitud durante una fiesta? ¿O simplemente a que por fin reciben muy buenas pagas y disfrutan de la celebridad que acompaña al dinero y a la aparición en los medios de comunicación?
Probablemente la respuesta sea todo lo anterior o un poco de cada cosa. Las raíces de la cultura DJ deben buscarse en centros urbanos conocidos desde hace tiempo como focos de creatividad musical como Nueva York, punto de partida ineludible de cualquier historia, incluso breve, de la era disc-jockera. Allí, a finales de los sesenta y principios de los setenta, el cruce entre la cultura afro americana y la sensibilidad gay asumida colectivamente formó el núcleo de la cultura dance contemporánea.
La cultura de la música dance, ya se asocie con el disco, el club o el house, tiene sus raíces en Nueva York. La Gran Manzana se convirtió en la capital mundial de la música disco a mediados de los setenta, gracias a una vibrante cultura underground capitaneada por homosexuales afro americanos y latinos. Las discotecas legendarias de la ciudad, The Santuary, The Loft, Better Days y Paradise Garage, entre otras, emergieron de la fusión de los tres tipos de ambientes musicales de los sesenta, que programaban música grabada con o sin disc-jockey. Los pioneros trabajaban en discotecas "a la francesa", entre las que figuraban, en Manhattan, Le Club y, posteriormente, Arthur and Cheetah. Su diseño y clientela eran fiel reflejo de la idea, nacida en la posguerra, de la discoteca como un lugar elegante donde la jet-set podía tomar una copa y algo más.
Esta visión elitista cambió a principios de los setenta, cuando las discotecas absorbieron los cambios que estaban transformando a la sociedad estadounidense. Mención aparte merece el hecho de que los jóvenes en particular homosexuales, mujeres o miembros de minorías étnicas- que habían estado (o se habían sentido) marginados de la sociedad comenzaron a hacerse oír. Estos grupos incluían a hippies anteriores a Woodstock, poetas combativos, músicos, actores y otros artistas, así como a afro americano, latino y caucasiano de clase media. Aunque en algunos casos se mezclaban, en general frecuentaban salas de baile diferentes según su orientación sexual.
Los heterosexuales tomaron al asalto clubes como Electric Circus o Zodiac, con un repertorio de rock, rythm and blues y formas precursoras de lo que hoy conocemos como "World music". Por su parte, los hombres y mujeres homosexuales preferían bares o clubes de barrio, legales o clandestinos, situados en zonas étnicamente homogéneas como Harlem, la parte hispana de ese barrio o el Upper West Side.
 Los legendarios motines de Stonewall, en Greenwich Village, del 28 de junio de 1969, terminaron con las frecuentes redadas policiales en estos bares gay. Los homosexuales combatieron por primera vez colectivamente y con éxito el acoso policial, hasta el punto de que después de Stonewall muchos gays y lesbianas comenzaron a ver en el dance no sólo un pasatiempo, sino también un poderoso medio para crear conciencia de grupo.
Aunque la discoteca gay más antigua del estado de Nueva York estuvo probablemente en Cherry Groove, en Fire Island, el primer local urbano que convirtió a las discotecas en lugares notorios, a la vez prohibidos y lo prohibido se convierte en atractivo, fue The Sanctuary, situado en Manhattan, en la calle 43. Este lugar se convirtió en los setenta en modelo de otras discotecas gays y fue también cuna del primer disc-jockey transformado en estrella del pop. La gente acudía allí a ver y escuchar a Francis (Grasso), que había ideado un nuevo instrumento, consistente en dos platinas y un mezclador, y un nuevo espacio: la cabina del disc-jockey, que, con sus controles de luz y sonido, conseguía que el público bailara con desenfreno y sin parar.
Entre 1975 y 1985, las fronteras entre productores, ingenieros de sonido, compositores y djs fueron difuminándose. Lejos de limitarse a poner música en las discotecas, los djs comenzaron a aventurarse en los estudios de grabación, llevando consigo los conceptos y técnicas para mezclar música, crear sonidos y versiones nuevas de temas antiguos que utilizaban en sus lugares tradicionales de trabajo. Para mezclar música dieron a ciertas herramientas tecnológicas un uso que sus creadores nunca habrían imaginado. Por ejemplo, un sintetizador/secuenciador sencillo, el Roland tb-303, creado en 1983 para que los músicos de rock pudieran imitar el sonido de un bajo, se convirtió en la materia prima del acid house. Además, los djs no se limitaron a utilizar este instrumento de manera ortodoxa, sino que experimentaron con él igual que con los discos. Uniendo a los secuenciadores las cajas de ritmos, no sólo lograron aumentar y diversificar sus repertorios, sino que produjeron nuevas versiones que pusieron a la venta. Así fue como la música disco se convirtió en música house.
Los beneficios económicos de la música dance crecieron paralelamente a este intercambio estético y tecnológico entre djs y estudios de grabación. Por otra parte, los djs han sido los paladines de la lucha contra la muerte del vinilo. Y las principales instituciones de la industria de la música dance -sellos independientes, compañías que distribuyen discos promocionales a los djs que se comprometen a difundirlos, clubes underground y tiendas especializadas- suelen contar entre su personal con djs que basan su actividad en el creciente reconocimiento de su arte y pericia como músicos e intérpretes. Ello transformó a los djs de pinchadiscos a mezcladores y productores. La música dance es hoy un fenómeno planetario que viaja de la mano de un grupo de djs que tejen su propia versión personal de la Red: la "autopista" de la música dance está hecha de caminos que comunican entre sí las diferentes culturas locales.
Para los djs neoyorquinos, los primeros caminos pasan por otras ciudades estadounidenses con culturas dance locales establecidas o incipientes. Desde Nueva York, Danny Tenaglia se trasladó a Miami. Allí se formó como DJ antes de regresar a Manhattan, donde es hoy uno de los más solicitados creadores de nuevas versiones de temas de otros artistas. Frankie Knuckles, también de Nueva York, se mudó a Chicago para convertirse en el DJ de The Warehouse, un club de negros homosexuales. Por supuesto, uno y otro iban y venían continuamente a Nueva York para traer y llevar nuevos sonidos. En la actualidad, ambos han regresado a la Gran Manzana y viven de su trabajo como djs y remezcladores.
El segundo gran eje de la música club partió de Chicago vía Nueva York y llegó a Londres. Hacia 1986 o 1987, después de la primera época dorada del house en Chicago, se hizo evidente que las mayores casas de discos y medios de comunicación ponían reparos a la venta en gran escala de este tipo de música, asociada con los homosexuales negros. Los artistas del house se volcaron hacia Europa, sobre todo a Londres, pero también a ciudades como Ámsterdam, Berlín, Manchester, Milán, o Zúrich, e incluso a Tel Aviv. El resto es la historia de lo que se convirtió en la cultura rave, un fenómeno juvenil europeo que goza de muy buena salud.
 Una tercera oleada llega hasta Japón, donde, desde fines de los ochenta, los djs neoyorquinos tuvieron la oportunidad de actuar como invitados ante audiencias tan lejanas geográfica y culturalmente de la sensibilidad homosexual afro americana como la europea.
 No obstante, tanto en Tokio como en otras grandes ciudades niponas se desarrollaron estilos locales de dance. Con la llegada del nuevo milenio, los vientos de esta cultura comienzan a soplar en nuevos destinos como Buenos Aires, Sao Paulo, Ciudad de México y capitales africanas como Dar es Salaam. Una nueva generación está enriqueciendo una tradición que no tiene ni manuales ni instrucciones de uso. La transmiten oralmente djs que a su vez aprendieron de quienes los precedieron y ahora son los más grandes.
Con esto tan solo quiero aportar un poco de cultura musicalmente hablando a quienes no saben o desconocen, cuando, como, quien y donde, de los estilos de la música de baile a comienzos de los 70 y cómo ha evolucionado fusionándose con diferentes estilos y culturas de todo el planeta hasta nuestros días.
La originalidad es lo que hace que a lo largo de estos años mantenga la música viva, muchos buscadores de ritmos trabajan constantemente para que el house, el tecno, acaben creando otros estilos étnicos o variantes o subgéneros.
 
   
 
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